La ministra de Igualdad critica la decisión judicial que ha desestimado la denuncia de decenas de víctimas de una grabación en la calle mientras orinaban.
Cuando el detenido compareció ante el juzgado afirmó que no recordaba nada de lo sucedido porque estaba bajo los efectos de alguna sustancia estupefaciente.
La menor huía de la violencia sexual que le había infligido su padre, y en España se encontró con la humillación y el abandono. Ahora el Estado debe indemnizarla.