Por la mañana, Luis Carlos vende la comida que cocina su madre en autobuses. Por la tarde pedalea a la escuela, juega, asiste a clase. Lo que gana trabajando es una ayuda imprescindible en casa, pero no es suficiente. Por eso, donde no puede llegar su familia y no quiere llegar el Gobierno de Nicaragua, llega la beca de estudios de Educo, una ONG española.