El mapa de países donde todavía existe el trabajo infantil
Uno de cada 10 niños de mundo están siendo explotados en este momento
Una lacra demoledora. Esto es lo que la explotación de los niños y niñas para que trabajen prácticamente desde que son capaces de andar y hacer un mínimo recado. La cifra de niños afectados en el mundo por este horror seguramente no la sabría decir nadie que no se dedique a alguna tarea relacionada con este tema. Por lo impresionante que es: más de 150 millones de niños y niñas, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). De ellos, se calcula que 63 millones son niñas y 97, niños.
Nos pilla lejos, cierto. Pero quizás ahora, con las imágenes de niños asesinados o mutilados en las grandes guerras que salen a diario en los informativos, sea el momento de recordar que ya nada está lejos ni cerca. Que somos un todo y que ya va siendo hora de que nadie se ponga se perfil. Para lo cual, lo primero de todo es estar informado, saber de la gravedad del problema. Porque la explotación infantil también es una guerra, pero la diferencia es que es permanente y silenciosa.
Porque la si traducimos estas cifras a la cantidad de niños y niñas que hay en el planeta, nos sale que uno de cada 10 están siendo explotados en este momento en algún lugar del mundo. ¿Dónde están? Pues sobre todo en África Subsahariana, donde se calcula que hay 87 millones de niños explotados. En esa región de la Tierra, uno de cuatro niños de entre 5 y 17 años está siendo forzado. ¿Y qué quiere decir esto?
Como suelen decir organizaciones que luchan a diario por concienciar a todo el planeta sobre este problema, como es el caso de Acción contra el Hambre, se trata básicamente, de niños esclavos. Se les obliga a trabajar desde pequeños, lo que, unido a que comen mal y viven en situaciones de alta insalubridad, aumenta la mortalidad infantil de forma brutal en esas zonas. Las formas en las que se les explota son de todo tipo, no son sólo para trabajar como mano de obra barata o gratuita haciendo las labores de un adulto en el campo (en la agricultura, las minas…) o en las ciudades (en obras o como empleados domésticos).
Otra de esas otras maneras más crueles de explotación infantil es la sexual. Se calcula que dos millones de niños son obligados a ejercer la prostitución, a trabajar en el turismo sexual y a participar en redes de pornografía. Y también se considera explotación infantil la que sufren millones de niñas que son obligadas a casarse antes de los 18 años en matrimonios pactados.
También se les usa en las zonas en conflictos armados como primera línea de batalla, son los niños soldados. Y un último ejemplo es que se entregan como esclavos a una persona con la que se ha contraído una deuda como manera de saldarla con ella.
Según las organizaciones internacionales, la explotación infantil ha aumentado, y muy especialmente tras la pandemia del Covid-19. Son niños generalmente huérfanos y/o de familias pobres, por lo que su vulnerabilidad no tiene parangón.
Respecto a las regiones del planeta con mayor tasa de explotación infantil destacan la ya mencionada de África, pero también Asia y el Pacífico.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) calcula que las regiones de África y Asia y el Pacífico juntas alcanzan la cifra de casi nueve de cada diez niños en situación de trabajo infantil en todo el mundo. El resto se encuentra en América (unos 11 millones), Europa y Asia Central (seis millones) y los Estados árabes (un millón). Aunque hay que decir que América Latina y África son las regiones que más están avanzando en la regulación, es decir, eliminación, de esta lacra, de acuerdo a la legislación internacional.