EL HUFFPOST PARA TOYOTA. Se acabaron los avisos y las explicaciones. A partir del 16 de marzo el Ayuntamiento de Madrid comenzará a multar a los conductores que no respeten las normas de entrada o estacionamiento en Madrid Central.
A través de nuestra herramienta Lynguo, hemos monitorizado marcas de automoción durante los dos últimos meses, centrándonos en la conversación online en torno a ellas: ¿qué coche se comenta que fue más robado el mes anterior?, ¿cuál se vende más entre particulares?, ¿cuál se ve implicado en más accidentes?
El RAV 4, en sus más de 20 años de existencia, ha sido uno de los puntales de Toyota. Se han fabricado más de 6 millones y medio de unidades, ha conocido tres generaciones y, el pasado año, una nueva generación de la que se han vendido ya más de 650.000 unidades. Ahora se presenta la versión híbrida.
Podrán ajustar las pruebas y acercarlas más al hecho real, pero lo cierto es que cada unidad, cada conductor y cada circunstancia ofrecen resultados dispares. Existe una norma de homologación que hay que cumplir; y Volkswagen la cumplió y la cumple. Otra cosa es que se saltase a la torera el espíritu de la ley.
Con la presencia de nuevos competidores en el mercado, el actual escándalo de Volkswagen ha hecho algo más que tambalear la industria del automóvil alemán, ha acelerado su declive.
Estos días se ha celebrado la feria madrileña y con todo el respeto del mundo para sus organizadores, ha sido un fracaso expositivo. Se dan una serie de circunstancias que no ayudan al éxito. La primera de ellas es que el sector está en la UVI.
Mientras la tendencia hacia los híbridos plug-in parece imparable, otras alternativas se muestran estancadas. Es el caso de los eléctricos puros, que han pasado poco menos que inadvertidos en la muestra suiza, aunque con noticias esperanzadoras, pero se habla del año 2020 como futuro más próximo.
No echemos las campanas al vuelo, porque todavía quedan barreras complejísimas. La primera es la del precio, ya que Toyota es la primera en reconocer que los 80.000 euros que ha fijado para su vehículo, es una enormidad, pero reconoce que podrá reducirse si siguen investigando en esta tecnología.
Recuerdo una frase muy típica de no hace tanto tiempo: ¿para qué quieres un familiar, si parece un coche de muertos? Y es que era así... las carrocerías familiares fueron durante un tiempo el patito feo para aquellos que necesitaban un extra de espacio, y lo tenían que tener a costa de la estética de sus vehículos.
Ningún piloto quiere tener accidentes. Ni ningún alpinista, ni ningún torero. Todos ellos son conscientes de que participan en una actividad de alto riesgo. Pero un riesgo que no puede utilizarse como elemento de transacción; como unidad de medida. De ahí su irracionalidad.
Cuando hace una semana publiqué el previo de Le Mans, mi apuesta por Audi era total. Os hablaba de un soliloquio, en el que el fabricante alemán dominaría, con muchas posibilidades de hacer un triplete a nada que se le dieran bien las cosas. Pero la carrera no fue como yo esperaba.