Toyota RAV4, Zidanes y Pavones

Toyota RAV4, Zidanes y Pavones

El RAV 4, en sus más de 20 años de existencia, ha sido uno de los puntales de Toyota. Se han fabricado más de 6 millones y medio de unidades, ha conocido tres generaciones y, el pasado año, una nueva generación de la que se han vendido ya más de 650.000 unidades. Ahora se presenta la versión híbrida.

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Captura de pantalla de Youtube

Hace algo más de 20 años, concretamente en la primavera de 1994, Toyota presentaba en el Salón de Ginebra uno de los modelos más originales e interesantes de los últimos años: el RAV4. La marca japonesa, con enorme experiencia en los sistemas de tracción total, ponía en el mercado un nuevo concepto: el GTI de los todo terreno. Luego llegaron los SUV (Sport Utility Vehicle) que también hemos definido como todo camino: vehículos de utilización convencional que episódicamente pueden circular fuera de carretera con cierta eficacia. Normalmente con tracción en las cuatro ruedas y sistemas de bloqueo de la transmisión, pero no necesariamente. Es realmente difícil establecer una definición de SUV, porque los hay ya con todo tipo de mecánicas y habría que acudir a los aspectos estéticos y funcionales. Así pues. Un SUV es un coche "con pinta" de poder circular con eficacia por terrenos no asfaltados. Los hay que no son capaces de superar un camino de gravilla con escasa pendiente y los que superan las dunas del Sahara. Para toda conducción, gusto y precio.

El RAV 4, en sus más de 20 años de existencia, ha sido uno de los puntales de Toyota. Se han fabricado más de 6 millones y medio de unidades y ha conocido tres generaciones (1994, 2000 y 2006) y el pasado año una nueva generación de la que se han vendido ya más de 650.000 unidades. Ahora se presenta la versión híbrida, con lo que se cumple el compromiso de la marca de ofrecer este tipo de motorizaciones en toda su gama. Y era lógico que el RAV4 se beneficiara de esta tecnología ya que la marca nipona fabrica el 60 por ciento de todos los coches híbridos que se venden en el mundo, lo que le otorga un liderazgo incuestionable en este sistema de motores que, con pocas dudas, van a dominar el mercado en pocos años.

Para quienes no conozcan la tecnología de estos motores digamos que son, básicamente, motores convencionales térmicos (gasolina, diésel e incluso de gas) que no sólo producen la fuerza dinámica para mover el coche, sino energía eléctrica que se almacena en un conjunto de baterías y que también se utiliza para mover el vehículo. Un sofisticado sistema electrónico determina en cada momento que tipo de energía (eléctrica o térmica) mueve el coche. En resumen, si un motor convencional sólo emplea en el movimiento el 30/35 por ciento de la energía consumida, en un híbrido se llega a utilizar más del 60 por ciento; y cada nueva versión incrementa la optimización energética.

Si por algo se diferencia este modelo de sus competidores es por el vanguardismo tecnológico y por la apuesta por el respeto medioambiental que le proporciona la motorización híbrida.

Obviamente, a mayor aprovechamiento energético, menores consumos y menores emisiones contaminantes. En el caso concreto del RAV4 híbrido que se acaba de presentar, el consumo homologado es de 5,1 litros (ciclo combinado) y las emisiones son de 117 gramos por kilómetro. Un SUV convencional con un motor también de 2,5 litros de gasolina y 197 caballos (que son los datos del RAV4) difícilmente bajará de un consumo de 10 litros y unas emisiones de 200 gr/km.

En estos 21 años de vida el RAV4 ha experimentado demasiados cambios. Ha pasado de 3,8 metros de largo (era un coche de dimensiones muy contenidas) a 4,6 metros y de apenas 175 litros de maletero a los gigantescos 500 litros de esta nueva versión. El peso, ha pasado de 1.220 a 1.690 kg, de los cuales una parte importante es por las baterías de hidruro de níquel (las de ión litio llegarán más adelante) y por el motor eléctrico adicional.

Este crecimiento en todos los sentidos coloca al nuevo RAV4 en una posición ventajosa frente a los muchos SUV del mercado, pero a nuestro juicio, le ha hecho perder la singularidad que detectaba en sus primeros años; al menos, su singularidad conceptual. El primer RAV4 era, ya lo hemos mencionado, el GTi de los todo terrenos: un coche de comportamiento admirable en carretera, brioso y divertido; y aceptablemente eficaz como todo camino. Ahora es un coche cómodo, extraordinariamente fácil y agradable de conducir; amplio y con un equipamiento por encima de su segmento. Pero si se diferencia de sus competidores es por su vanguardismo tecnológico y por su apuesta por el respeto medioambiental que le proporciona la motorización híbrida.

Se decía que el Real Madrid tenía que ser el resultado de Zidanes y Pavones, todos imprescindibles. Pues bien, este RAV4 es un "Pavón" imprescindible para conseguir el éxito, pero siempre nos quedará en el recuerdo aquel "Zidane" del primer RAV4 por el que no pasa el tiempo... o tal vez sí pasa.