Por sorpresa y casi con nocturnidad y alevosía. La dirección federal del PSOE ha decidido dar un nuevo golpe de autoridad en Madrid con la convocatoria de un congreso extraordinario del PSM para el 31 de julio. Vuelve, pues, la batalla por el control de Madrid en un PSOE que piensa ya en el día después de las elecciones generales y en los apoyos orgánicos que el hoy secretario general, Pedro Sánchez, puede sumar de cara al cónclave ordinario que se librará, a cara de perro, tras los comicios nacionales.