Golpe de mano de Ferraz en el PSM
Por sorpresa y casi con nocturnidad y alevosía. La dirección federal del PSOE ha decidido dar un nuevo golpe de autoridad en Madrid con la convocatoria de un congreso extraordinario del PSM para el 31 de julio. Vuelve, pues, la batalla por el control de Madrid en un PSOE que piensa ya en el día después de las elecciones generales y en los apoyos orgánicos que el hoy secretario general, Pedro Sánchez, puede sumar de cara al cónclave ordinario que se librará, a cara de perro, tras los comicios nacionales.
Por sorpresa y casi con nocturnidad y alevosía. La dirección federal del PSOE ha decidido dar un nuevo golpe de autoridad en Madrid con la convocatoria de un congreso extraordinario del PSM para el 31 de julio.
Primero fue la disolución, en febrero de la federación más convulsa del socialismo. Después, la defenestración de su secretario general, Tomás Gómez, como cabeza de lista, por considerarle un lastre electoral para el PSM. Y ahora, la convocatoria de un congreso extraordinario que tendrá lugar el próximo 31 de julio, según anuncia Rafael Simancas, al frente de la gestora que ha llevado el partido desde entonces. Antes, el 25 del mismo mes, los socialistas madrileños elegirán en primarias a su nuevo jefe de filas. El "aparato" federal ya tiene candidata, la nueva alcaldesa de Getafe, Sara Hernández, investida hace apenas dos semanas con los votos de Ahora Getafe e IU, después de cuatro años de gobierno del popular Juan Soler.
Vuelve, pues, la batalla por el control de Madrid en un PSOE que piensa ya en el día después de las elecciones generales y en los apoyos orgánicos que el hoy secretario general, Pedro Sánchez, puede sumar de cara al cónclave ordinario que se librará, a cara de perro, tras los comicios nacionales.
La decisión de Ferraz la anunció ayer el presidente de la gestora que controla la federación, Rafael Simancas, en una reunión de alcaldes, previa al Consejo Territorial de Madrid, un órgano que sustituye al disuelto Comité Regional del extinto PSM. Pero desde la noche anterior, la federación era una hervidero de rumores, una olla a presión a punto de estallar por la nueva treta de la dirección de Sánchez, en cuyo horizonte no se vislumbra más que el control orgánico del partido para apoltronarse en la secretaría general sea cual sea el resultado que el PSOE obtenga en las elecciones generales.
En Ferraz saben que, el silencio de sus adversarios, tras la proclamación de Pedro Sánchez como candidato a las generales no es más que una tregua tácita con fecha de caducidad y que si el PSOE no obtiene un resultado aceptable -por encima de los 110 diputados que sumó en 2011-, la guerra por el control orgánico se librará en el congreso federal a cara de perro. De ahí que sus inquilinos, convencidos hasta hace dos días de la permanencia de la gestora en Madrid hasta 2016, hayan decidido cambiar de opinión y convocar congreso extraordinario con el objetivo de controlar una de las federaciones más importantes del PSOE e impedir de paso la reedición del bloque Andalucía-Valencia-Madrid que siempre operó entorno a los intereses de Susana Díaz.
Las huestes del "predrosanchismo" están dispuestas a todo y anuncian que no será fácil desalojar al actual secretario general sea cual sea el resultado de las generales. Tan convencidas están de su continuidad al frente del sillón de mando de Ferraz como de que les será fácil el control del PSM con Sara Hernández desde la secretaría general. Sus críticos en Madrid no dan crédito a la nueva maniobra y piensan ya en la respuesta. De momento, se baraja el nombre de Juan Segovia para que compita con la alcaldesa de Getafe en esas primarias abiertas que tendrán lugar el 25 de julio para elegir secretario general. Las procelosas aguas del socialismo madrileño vuelven a bajar revueltas y las viejas heridas, a supurar por el mismo lado, el del control orgánico de una federación que lleva más de 20 años cómodamente en la oposición. Continuará....