¿Sabéis cuántas veces al día las mujeres recibimos apreciaciones sobre nuestro aspecto? ¿Sabéis cuántos años llevamos recibiéndolas? Pues más o menos desde que nacemos. Que si estás gorda o que si eres flaca, que vaya pandero tienes, que te cubras las ojeras, que si esa falda no te queda bien, que por qué no te depilas... Si no es que nos moleste un cumplido, es que estamos hartas por saturación.