Mi sueño, por supuesto, es perder peso. No obstante, si sigo sin conseguirlo, ¿nunca volverán a verme como la persona que solía ser? ¿Habrá alguien que rectifique, me mire y quiera conocerme, o simplemente seguirán viendo que estoy gorda?
La economía entró otra vez en crisis. Un cóctel peligroso de inflación cercana al 30%, déficit fiscal, maltrato a la inversión privada, tipo de cambio atrasado y una presidenta a media máquina, le hicieron perder al país 12.400 millones de dólares de reservas del banco central en 2013. El peso se devaluó 22% sólo en enero (15% en los últimos tres días) y reina la incertidumbre.