Acabo de volver de Chad. Llevo tiempo en esto y nunca vi una situación tan devastadora como la que he recorrido en la región del Lago Chad. En este país, en Níger y sobre todo en Nigeria, se está viviendo una crisis humanitaria que afecta a 11 millones de personas. La primera escena del infierno se llama Boko Haram.
Por un minuto hagamos lo que sugería Jo en uno de sus discursos. Pongámonos en la piel de una madre siria, de un hombre eritreo, de un niño de ese Yemen bombardeado por aviones saudíes, de las familias afectadas por sequías sucesivas en el Sahel. Tus hijos se enfrentan a la violencia extrema y el hambre. Tienes que decidir entre la muerte y la huída. El terror te inunda. Y si puedes huir, huyes, porque es la única alternativa. Cerca o lejos, cuanto más lejos, mejor.
A pesar de la espectacular capacidad de resistencia del pueblo nepalí, la situación puede empeorar en los próximos meses a causa del invierno. Muchas zonas afectadas están a más de mil metros de altitud, y las temperaturas caerán muy pronto por debajo de cero. El cobijo que se ha podido ofrecer a la población es frágil para una situación tan extrema. 1,4 millones de personas siguen necesitando ayuda alimentaria, y más de dos millones necesitan agua y saneamiento.
La Constitución española, y en particular su artículo 53, establece un tratamiento y protección desigual e insuficiente de los derechos humanos, creando derechos "de primera" y "de segunda", lo que tiene consecuencias para la población, especialmente la más vulnerable.
Oxfam Intermón cuenta con una unidad de auditoría Interna que depende directamente del Patronato de la Fundación y tiene total libertad interna de movimiento. Cuando detectamos casos de fraude, que ocurren ocasionalmente en las situaciones extremas en las que trabajamos, actuamos con toda la contundencia y mejoramos nuestros procesos internos para reducir riesgos al mínimo