Oxfam despidió en 2016 a 22 trabajadores por acusaciones de abusos sexuales
Oxfam ha afrontado 87 demandas por abusos y explotación sexual relacionadas con sus trabajadores en el plazo de un año que acaba en abril de 2017.
La organización no gubernamental británica Oxfam ha informado de que ha despedido a un total de 22 trabajadores de plantilla por acusaciones de abusos sexuales en 2016, un reconocimiento que llega en un momento el que aumentan los llamamientos a los gobiernos para que refuercen la supervisión de las organizaciones humanitarios.
Las informaciones de medios de comunicación sobre comportamientos inadecuados por parte del personal de Oxfam se han publicado en un momento en el que todavía resuena la polémica por las decenas de acusaciones de abusos sexuales contra el productor de cine de Hollywood Harvey Weinstein.
Oxfam ha asegurado que ha afrontado 87 demandas por abusos y explotación sexual relacionadas con sus trabajadores en el plazo de un año que acaba en abril de 2017, un 36% más que el año anterior. La ONG emplea a más de 5.000 personas en todo el mundo.
"Los donantes y las entidades gubernamentales tienen que hacer más preguntas a las personas a las que les dan fondos", ha afirmado Megan Nobert, una activista que fundó la campaña Denuncia los abusos tras haber sido violada por un compañero cuando estaba desplegada en una base de mantenimiento de la paz de la ONU en Sudán del Sur.
53 DENUNCIAS A LA POLICÍA Y A OTROS SERVICIOS
Oxfam ha contado que ha remitido 53 de las denuncias a la Policía y a otros servicios, mientras que otras 33 han sido investigadas a nivel interno, con tres cuartas partes de las denuncias terminando en sanciones disciplinarias.
"Oxfam trata todas las acusaciones de abusos y explotación sexual de manera muy seria", ha subrayado la ONG en un comunicado, en el que ha atribuido el aumento de las denuncias a una mejora de los procedimientos, incluida la creación de una línea confidencial de denuncia.
Oxfam ha señalado que los datos sobre las acusaciones de abusos sexuales de su personal está incluido en su informe general que publica cada año. Nobert ha dicho que las conductas sexuales inapropiadas son un problema generalizado en la comunidad de organizaciones humanitarias.
El personal que vive y trabaja en pequeños complejos en zonas remotas es el que está más expuesto a sufrir abusos sexuales, a su juicio. "Crea una situación en la que se cruzan las líneas", ha afirmado, en declaraciones a Thomson Reuters Foundation.
Una encuesta de 2016 realizada a 1.000 trabajadoras humanitarias de 70 organizaciones puso de manifiesto que casi una de cada dos había sufrido aproximaciones sexuales persistentes o tocamientos no deseados en al menos una ocasión durante sus despliegues.
MENOS DE UN TERCIO DENUNCIARON LOS INCIDENTES
Menos de un tercio de las cooperantes denunciaron los incidentes y la mayoría señalaron que permanecieron calladas por el miedo a las repercusiones en su carrera de una denuncia de estos hechos. Otros justificaron su decisión de no denunciar por vergüenza, falta de confianza en el sistema o por la ausencia de mecanismo para denunciar.
El organismo reguladores de organizaciones humanitarias de Reino Unido ha dicho este martes que ha recibido 1.131 denuncias de incidentes graves en 2016, incluidas acusaciones de acoso y abuso sexual, aunque no ha podido aportar un desglose de esa cifra.
Nobert ha señalado que los gobiernos podrían animar a las víctimas a denunciar los hechos exigiendo a las organizaciones a las que les dan fondos que sean más transparentes en la gestión de los casos de conductas sexuales inapropiadas. "Cuando no hablamos sobre los problemas permanecen ocultos", ha señalado.
El Departamento británico de Desarrollo Internacional (DfID), que trabaja principalmente aliándose con otras organizaciones, incluidas organizaciones humanitarias, ha subrayado que tiene 'tolerancia cero' con los casos de acoso o abuso sexual. "Esperamos que nuestros socios tengan sistemas robustos y procedimientos habilitados para impedir comportamientos así", ha concluido.