Investigadores alemanes creen que fue uno de los submarinistas que colocaron artefactos explosivos en los gasoductos Nord Stream en septiembre de 2022.
"La investigación ha llevado a las autoridades a concluir que hubo un sabotaje deliberado de los gasoductos. Sin embargo, se estima que no hay base suficiente para realizar un caso penal en Dinamarca", consta en un comunicado.
La comunidad internacional señaló desde el primer momento a Rusia, pero el Kremlin siempre negó haber llevado a cabo esta acción. Medios de Alemania y EEUU afianzan esta línea de investigación.
EEUU, a través de un país aliado, tuvo conocimiento de que militares ucranianos lo habían ideado, utilizando equipos de buzos que dependían del comandante en jefe de las fuerzas armadas ucranianas. Lo ha desvelado 'The Washington Post'.
El la forma de protestar del Kremlin por la "falta de información" sobre las investigaciones abiertas y su "incapacidad para garantizar la transparencia".
Una investigación conjunta de las televisiones públicas nórdicas accede a comunicaciones por radio y posiciones de satélite para confirmar los movimientos.
Necesitaba nueve votos, pero sólo tuvo dos: China y Brasil. "Tenemos serias y bien fundadas dudas sobre la objetividad y transparencia de las investigaciones llevadas a cabo por algunos países europeos", defendía Moscú.
La prensa alemana sostiene que el ataque se perpetró desde un yate alquilado en una empresa con sede en Polonia propiedad de dos ucranianos. El Gobierno de Zelenski niega cualquier implicación.
Asegura que buzos de la Marina aprovecharon unas maniobras de la OTAN en el Báltico para colocar explosivos en los oleoductos y Noruega los hizo detonar.
Un equipo de la BBC se adentró hasta el lugar después de que Suecia confirmara la existencia de restos de explosivos y la tesis de un “flagrante sabotaje”.
Un antiguo oficial de la Marina británica ha respondido que se trata de “una pura mentira” y el Ministerio de Defensa británico rechaza las acusaciones.