Rusia no logra que el Consejo de Seguridad apruebe su plan para investigar el ataque al Nord Stream
Necesitaba nueve votos, pero sólo tuvo dos: China y Brasil. "Tenemos serias y bien fundadas dudas sobre la objetividad y transparencia de las investigaciones llevadas a cabo por algunos países europeos", defendía Moscú.
El Consejo de Seguridad de la ONU rechazó esta pasada moche una propuesta de resolución presentada por Rusia para poner en marcha una investigación internacional sobre el sabotaje de los gasoductos Nord Stream 1 y 2 que tuvo lugar el pasado septiembre.
Rusia únicamente recibió el apoyo de China y Brasil, mientras que los otros doce Estados miembros del Consejo de Seguridad se abstuvieron, lo que hizo que el texto se quedase muy lejos de los nueve votos favorables necesarios para ser aprobado.
La propuesta rusa encargaba al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, la creación de una comisión de expertos internacionales para analizar lo sucedido e identificar a los responsables del ataque y a sus cómplices.
El sabotaje es actualmente objeto de investigaciones en Alemania, Dinamarca y Suecia, unas pesquisas cuya fiabilidad ha sido cuestionada por Rusia repetidamente.
"Hemos propuesto esta iniciativa porque tenemos serias y bien fundadas dudas sobre la objetividad y transparencia de las investigaciones nacionales llevadas a cabo por algunos países europeos", dijo este lunes el embajador ruso, Vasili Nebenzia.
Según Nebenzia, esos procesos podrían continuar durante años en medio de sospechas de que "se están haciendo esfuerzos no para arrojar luz sobre lo que pasó con estos actos de sabotaje, sino para esconder pruebas y limpiar la escena del crimen".
Del otro lado, las potencias occidentales defendieron esas investigaciones en curso y acusaron a Rusia de tratar de desacreditarlas con esta resolución sin dar tiempo a que se completen.
"No era un intento de buscar la verdad", dijo tras el voto el representante estadounidense Robert Wood, que acusó a Moscú de actuar en base a una "agenda política basada en acusaciones sin base y una culpabilidad decidida de antemano".
Muchos de los países que se abstuvieron explicaron su postura por su deseo de dar tiempo a que las investigaciones nacionales avancen antes de optar por una medida de este tipo.
En las últimas semanas, varias informaciones de prensa en Estados Unidos y Alemania han apuntado a un grupo proucraniano como supuesto autor del sabotaje.
Kiev, por su parte, ha negado cualquier responsabilidad en los ataques contra los gasoductos, que no se encontraban en servicio y que causaron dos fugas en cada uno de ellos, dos en la zona danesa y dos en la sueca, todas en aguas internacionales.
En el momento del sabotaje, Moscú acusó a países "anglosajones" de estar detrás, aludiendo a la oposición al proyecto que durante años ha mantenido Washington -porque supuestamente genera dependencia europea del gas ruso-, mientras algunos países occidentales han apuntado en la dirección contraria.