Denunció al Ayuntamiento por los altos niveles de sonido que generaba el mercado temático navideño y el parque de atracciones situados en las inmediaciones de su domicilio.
Guerras -como no se han visto en 75 años-, integrismo, yihadismo, fronteras y ocupación. No hay camino seguro hacia la ciudad asfixiada tras un muro. Este año, ni luces tiene. Con los hermanos de Gaza muriendo, nada que festejar.