La activista egipcia se niega a que Occidente decida sobre el uso del velo y alerta del poder de los supremacistas blancos, "mucho más peligrosos que ISIS".
723.000 musulmanes siguen refugiados, tras las razzias de Birmania contra su pueblo. La ONU insiste en que la vuelta no es segura y el genocidio se mantiene.
Los investigadores hablan de "intencionalidad" para alterar la composición demográfica de la región de Rakáin, un "plan para la destrucción" de la minoría musulmana y una brutalidad "extrema".
El 25 de agosto de 2017 comenzó una oleada de violencia del Gobierno de Birmania contra esta minoría musulmana que deja 700.000 refugiados en la vecina Bangladesh.