Santa Sofía abre este viernes sus puertas como mezquita para el rezo de musulmanes tras 86 años
El museo ha sido reconvertido en mezquita por un decreto del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, que ha recibido críticas a nivel internacional.
Los fieles musulmanes podrán rezar desde este viernes en la antigua basílica de Santa Sofía, en Estambul, después de que el museo haya sido reconvertido en mezquita por un decreto del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, que ha recibido críticas a nivel internacional.
El presidente Erdogan y sus aliados conservadores musulmanes asistirán al rezo en el templo construido en época del emperador bizantino Justiniano I, en el año 537, y que fue entonces la mayor iglesia de la comunidad cristiana.
El templo fue convertido en mezquita con la conquista otomana de Constantinopla, la actual Estambul, en el año 1453 por decisión de Mehmet II, conocido como ‘El Conquistador’. En 1934, el estatus de Santa Sofía fue cambiado al de musueo por un decreto firmado por Mustafá Kemal Ataturk, el fundador de la Turquía moderna.
Dos firmas han determinado el futuro del templo: el Consejo de Estado, el más alto tribunal administrativo, anuló el 10 de julio el decreto firmado por Ataturk y que ha mantenido Santa Sofía como museo durante 86 años. Horas después, Erdogan firmó una orden por la que convirtió el templo en una mezquita, haciendo realidad así “el sueño de su juventud”, según explicó el mandatario.
Erdogan pierde apoyos
A pesar de llevar en el poder 17 años, Erdogan ha estado centrándose en su base electoral nacionalista pero está perdiendo apoyos por la situación económica del país y por las consecuencias de la crisis derivada de la pandemia de coronavirus.
Santa Sofía, declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, es un nexo cultural para cristianos y musulmanes y también uno de los principales centros de atracción turística, con 3,7 millones de visitantes en 2019. La decisión de Erdogan ha desconcertado a los turcos que ven Santa Sofía como un emblema de la Constitución laica del país aunque no ha provocado una crítica rotunda por parte de la oposición turca.
Erdogan ha prometido que seguirá abierta a los turistas y a los fieles de todas las religiones. Este viernes, se celebrará el rezo sobre una alfombra turquesa elegida por Erdogan y se ocultarán con cortinas los mosaicos durante la plegaria.