mitología griega
Amores de invierno
La relación de las almendras con el amor es una constante de todas las culturas. Y la historia está llena de fábulas en las que una joven muere enamorada y en el lugar de su muerte, brota un Prunus dulcis, un almendro, que florece en pleno invierno, como indicio de una pronta primavera.
Los días de Alcíone
El alción o Martín pescador era venerado por los polinesios, que creían que controlaba el mar y las olas. Pero más cerca nuestro, en Grecia, como no, su presencia en las costas era mítica y relacionada con los "días de Alcione".
La noche más larga
El 13 de diciembre, día de santa Lucía, la tarde se alarga. Es decir, el sol se pone más tarde. Pero eso no concuerda con el hecho de que los días empiezan a crecer a partir del solsticio de invierno, sobre el 21 de diciembre, el día más corto, cuando el sol toma su mayor declinación sur y los rayos inciden más oblicuos sobre nuestro hemisferio. ¿Por qué este fenómeno?
La sopa de Limnos
Limnos es tan exclusiva como su kakabiá; una sopa de pescado ancestral que sólo he logrado comer aquí con cierto rigor histórico. La isla es dulce y voluptuosa, carente de montañas abruptas, tan suave como un cuerpo desnudo y bronceado tumbado sobre las olas; llegues por el norte o por el sur, la mano se te escapa a acariciar esa piel de terciopelo cobrizo.
La montaña mágica de Samotracia
A Samotracia solo arrumbas porque quieres llegar a Samotracia, y ni eso está claro qué significa. Porque tú, donde llegas en realidad es a una montaña de 1600 metros dejada caer sobre el mar, imponente y magnífica. Todo lo demás que la rodea es completamente accesorio y circunstancial. Incluidos nosotros.
De los trabajos y los mitos
Las historia de culpa, exoneración y expiaciones absurdas son una constante de todas las mitologías y religiones. Pensándolo bien, esto de los trabajos imposibles de realizar para redimir los pecados no puede evitar recordarme a algunas de las exigencias de la furiosa diosa Europa con la desconsolada Grecia.
Música de pasión
Otra vez la prima veris, de la raíz "ver" (crecimiento) que nos trajo palabras como verde, verano, vergel o verga. La estación erótica por excelencia, por aquello que se intuye pero no se sabe a ciencia cierta. Por flores que serán frutas, huevos que serán pájaros, aun sin saberlo.
La asamblea de las mujeres (todos mienten)
Hacía un calor de mil demonios, perdónenme la expresión así para empezar, pero es que en Mérida, en verano, cuando llega la noche, uno tiene que caminar alejado de las paredes porque te torras como besugo en el horno, y las piedras milenarias de su Teatro Romano no se quedan atrás.