Las policías alemana y danesa supervisa cada movimiento que se produce en uno de los muchos escenarios estratégicos y tensos declarados por la guerra en Ucrania.
Las operaciones desestabilizadoras se han intensificado en toda la región del Báltico. Por mucho que se preparen, los Gobiernos reconocen que siguen un paso atrás.
Un país que no hace la guerra desde tiempos de Napoleón, ejemplo de neutralidad, da el paso ante la certeza de que la amenaza de Rusia es duradera y debe pertrecharse.