Más de 500 jefes de Estado y dignatarios de todo el mundo se citan en Londres en medio de un despliegue de seguridad comparable al de los Juegos Olímpicos de 2012.
El nuevo monarca se enfrenta a tensiones en los 14 países que un día fueron colonias y en los que aún reina, pero que quieren volar solos y que les compensen lo expoliado.