En este mundo al revés, como diría Gloria Fuertes, los funcionarios y el personal contratado que le atienden a uno muestran un nulo interés por conocer al parado, por saber de su pasado profesional y ver cuáles son sus carencias, pero también sus intereses y entusiasmos, para así orientarle.
No entiendo que la presentación de los datos tan malos se intenten paliar estableciendo categorías, como si de una graduación se tratara según las personas que no tienen empleo, o las personas que no tienen empleo debido a la propia acción del Gobierno, como si de un desempleo de segunda se tratara.
En las últimas semanas, hemos tenido oportunidad de leer en prensa múltiples noticias relacionadas con la evolución del empleo. Entre estas noticias encontramos un amplio abanico de términos como la tasa de paro, el paro registrado, la afiliación o la ocupación, que trataremos de explicar de forma sencilla.