Hay costumbres muy arraigadas en nosotras, que hacemos sin pensar, solo porque siempre hemos hecho igual. Una de ellas es la de dormir con las bragas puestas. Pero ¿qué tiene de singular dormir sin bragas? ¿Es una cuestión de higiene? ¿De tener los genitales tapados? ¿O simple comodidad?
Una de las razones más importantes por la cual no triunfa entre las mujeres el uso de la copa menstrual es que seguimos teniendo reparos en ver, tocar y manipular todo aquello que corresponde a nuestra regla. Nos da asco usar algo que recoge la sangre. La menstruación sigue siendo invisible, no solo a nivel social y cultural, sino también a nivel íntimo.
Las duchas vaginales quitan toda la lubricación y protección natural, y producen mucha sequedad. Esa sequedad en la vagina más bien produce malestar. Lo que hay de manera natural en la vagina déjalo ahí.
Los coños no tienen por qué saber a magdalenas y oler a rosas. Se supone que tienen que saber y oler a coños: dulce, acre, picante, y quizás un poco a hierro antes, durante y después del período. A menos que la salud esté implicada, no pasa nada porque el coño sepa y huela... a coño.