Cinco motivos por los que tu vagina es la que manda
Gwyneth Paltrow aboga por una limpieza vaginal con vapor de artemisa y los fans del vajacial (combinación de vagina y depilación facial) recomiendan untarse mascarillas y enzimas. No obstante, las vaginas son verdaderas maravillas que no necesitan demasiado más allá de los cuidados básicos para mantenerse sanas. Como defiende el experto Russell Saunders en The Daily Beast, lavarse con vapor es tan poco recomendable como echarse productos de limpieza del hogar.
En honor a estas intimidades tan complejas y privadas, ofrecemos una oda a la vagina y algunas de las cosas impresionantes que es capaz de hacer:
1. La vagina tiene sistema de autolavado y autorregulación
Es normal, e incluso positivo, que la vagina —el conducto elástico muscular que conecta el útero y el cuello uterino con los órganos sexuales externos, es decir, la vulva— emita ciertas descargas durante la menstruación. "La vagina está diseñada para mantenerse limpia con ayuda de las secreciones naturales", explica la web del Servicio Nacional de Salud (NHS) británico. También tiene más bacterias que cualquier otra zona del cuerpo (seguida por los intestinos) para mantener su armonía interna: las bacterias vaginales ayudan a mantener el delicado equilibrio del pH e incluso producen una sustancia que evita que otras bacterias se adhieran a las paredes vaginales e invadan los tejidos, afirma el NHS.
Además, las vaginas son capaces de prepararse para el coito generando una descarga ligera que proporciona lubricación y hace que el sexo sea cómodo y placentero. En otras palabras, la vagina es la que manda.
2. Crece
Durante el parto, el cérvix o cuello uterino —el tejido que conecta el útero a la vagina— se abre o se dilata hasta 10 centímetros para que el bebé pueda salir. La cantidad de dilatación depende de muchos factores, entre otros, la genética y el tamaño del bebé.
Aun así, el parto no es el único momento en el que la vagina se ensancha: puede crecer hasta un 200% cuando la mujer está excitada, explica Psychology Today. Como señala la doctora Mary Jane Minkin, profesora clínica de obstetricia y ginecología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale: "La vagina es un órgano expansivo".
3. Puede fortalecerse
La vagina crece de forma espectacular durante el parto, pero también es capaz de recuperar después su tamaño, ya que no sólo posee "elasticidad para expandirse, sino también la capacidad para volver a su forma de origen", explica la web What to Expect When You're Expecting (Qué esperar cuando estás esperando). Se puede fortalecer con ejercicios del suelo pélvico, o Kegels, que, además de fortalecer la zona alrededor de la vagina y el ano tras el parto, son beneficiosos para la mujer durante el resto de su vida. Según la Clínica Mayo, realizar estos ejercicios de forma diaria puede prevenir las pérdidas de orina y mejorar el control de esfínteres.
Desde un punto de vista más sexual, los ejercicios de Kegel "potencian la excitación y los orgasmos, mejoran la circulación sanguínea hacia los genitales e incrementan el tono vaginal y la lubricación", tal y como apunta la web Everyday Health. Y todo esto, con un poco de dedicación diaria.
4. El clítoris es el único órgano diseñado exclusivamente para el placer
"El clítoris es una parte de la vulva destinada simplemente al placer sexual", explica Planned Parenthood. "Se hincha cuando estás excitada", añaden.
De acuerdo con la publicación Women's Health, el clítoris es una zona muy, muy sensible que cuenta con 8.000 terminaciones nerviosas, más que ninguna otra zona del cuerpo.
5. No necesita tiempo muerto tras el orgasmo
Como señala la Cleveland Clinic, "los hombres necesitan tiempo para recuperarse después del orgasmo, un período conocido como refractario, durante el cual no pueden volver a alcanzar el orgasmo". El cuerpo de las mujeres, por su parte, no necesita este intervalo y "muchas son capaces de volver rápidamente al orgasmo con más estimulación sexual y de experimentar múltiples orgasmos".
Y como muestra, un botón: la mujer de la Masturbatón de Dinamarca (sí, al parecer existe) que logró alcanzar 222 orgasmos de seguido, el récord mundial.
Este artículo fue publicado con anterioridad en la edición estadounidense de 'The Huffington Post' y ha sido traducido del inglés por Marina Velasco Serrano.