El Gobierno estudia bajar el IVA a productos de higiene íntima por razones de discriminación
¿El fin de la tasa rosa?
La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha apuntado este miércoles que en la hoja de ruta del Gobierno figura analizar la posibilidad de bajar el IVA a los productos culturales, con el objetivo de incentivar su consumo, y a los productos de higiene íntima femenina, como compresas y tampones, "fundamentalmente por razones de discriminación".
Durante su intervención en la sesión de control al Gobierno en el Pleno del Congreso de los Diputados, Montero ha señalado que la posible reclasificación de algunos productos y servicios para que tributen con el IVA reducido o superreducido tiene que abordarse "en su totalidad" y no de manera separada.
En ese sentido, ha reconocido su intención de estudiar la capacidad de aplicar posibles bajadas del IVA a algunos productos, en concreto los culturales y los de higiene íntima femenina para "no gravar mujeres con un impuesto añadido por el simple hecho de ser mujeres".
De esta manera respondía a una pregunta realizada por el diputado de ERC Joan Capdevilla, quien ha defendido que compresas y tampones deberían tener un IVA "mínimo" por "cuanto de tan necesarios, son imprescindibles". Pero, además, ha reclamado una bajada del gravamen a pañales infantiles y de adultos, a los condones "para evitar enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados", así como para "los productos y servicios para dependientes".
Del mismo modo Capdevilla ha calificado de "miserable" que no se aplique IVA reducido a los servicios funerarios y que "el Estado quiera seguir exprimiendo" a los ciudadanos después de su muerte. Y ha asegurado que el país queda "en evidencia" cuando se aplica un impuesto reducido a los espectáculos en vivo "en los que se tortura a animales", mientras que tributan al 21% los servicios veterinarios que "pretenden curarlo y hacen una necesaria labor de prevención en el ámbito de la salud pública".
Al hilo de esto la ministra ha matizado que los posibles cambios fiscales tienen que abordarse "de una forma global" porque si se desmenuza "deja de tener coherencia".