Hay todavía centenares de personas desaparecidas, mientras se espera la visita de Biden y se multiplican las preguntas sobre por qué no sonaron las alarmas.
Una demanda colectiva alega que "dejó su tendido con energía, inexcusablemente, durante unas condiciones de alto peligro por incendios que habían sido previstas".
El número de víctimas mortales podría superar al registrado en el tsunami de 1960, el peor desastre que se ha vivido en el archipiélago estadounidense.
Son incendios sin precedentes, que siguen fuera de control, por lo que las autoridades temen que el número de víctimas mortales pueda aumentar en las próximas horas. Ya hay miles de desplazados, en pleno paraíso.