Volando hacia la meta: el triángulo del Trineo de Viento
Cuando escribimos estas líneas, nos quedan apenas 280 kilómetros para el final y estamos inmersos en una pequeña tormenta, con el trineo prácticamente enterrado y visibilidad nula. No vemos a dos palmos, así que no podemos movernos hasta que esto mejore y pasamos el rato jugando al ajedrez, leyendo, tomando té...