Aunque en Europa han disminuido drásticamente los casos en los últimos meses, se en el país norteamericano han detectado hasta 130 brotes en explotaciones ganaderas, incluidas aves silvestres y vacas.
Se trata de un niño de 4 años que se infectó con pollos que criaba en su casa. Las autoridades chinas afirman que es excepcional y el riesgo de contagio es bajo.
Estas instalaciones "son una bomba de relojería", denuncia la organización ecologista, que ha documentado la extracción de los cuerpos de animales en Íscar.