Los brotes de gripe aviar han obligado a sacrificar más de 269.000 aves este año
Se trata de la peor ola que afronta España, la misma situación a nivel mundial.
Los brotes de gripe aviar detectados desde primeros de año en España han llevado al sacrificio de algo más de 269.000 aves en granjas desde el inicio del año y como medida preventiva de protección para evitar su propagación.
Se trata de la peor ola que afronta el país, algo que también ocurre a nivel mundial, según ha señalado la veterinaria y doctora en Enfermedades Víricas de Aves, Úrsula Höfle.
En los últimos dos días se han declarado tres nuevos focos, ayer, en explotaciones de pavos localizadas en Carmona (Sevilla) y los municipios onubenses de Niebla y Trigueros y, el miércoles, se confirmaba el brote más numeroso, con más de 133.000 gallinas que serán sacrificadas en Íscar (Valladolid).
El primer foco fue detectado en cuatro cisnes y una cigüeña halladas muertas en el río Segre, a su paso por Soses (Lleida), en la primera semana del año mientras que el primero en aves de granja se declaró oficialmente unos días después, el 18 de enero, en una explotación con 18.900 pavos de engorde en Fuenterrebollo (Segovia).
Desde entonces, la afectación a aves silvestres se ha detectado en otras zonas de las provincias de Lleida, Girona, Palencia y Ávila mientras que los focos en granjas, seis hasta el momento, se encuentran en las provincias de Segovia, Huelva (3 focos), Valladolid y Sevilla.
Cepa H5N1
Los análisis han revelado que se trata de la cepa H5N1, la predominante en Europa, que tiene escasa capacidad de transmisión a los humanos, si bien, la elevada circulación y capacidad de recombinación de estos virus hace que haya que estar vigilantes por si la influenza adquiere mayor potencial de contagio a personas, según Höfle.
Esta experta recuerda que las aves migratorias infectadas suelen ser la causa de la entrada del virus al país porque, en sus rutas, pueden entrar en contacto, directo o indirecto, con aves de granja. Por ello, en época de migración, reforzar las medidas de bioseguridad de esas instalaciones avícolas son esenciales para minimizar los riesgos.