Llevamos mucho tiempo viendo cómo se viola el derecho internacional. Llevamos mucho tiempo viendo cómo los colegios son escenario de guerra y cómo los niños participan en ella. Si no hacemos que los culpables asuman la responsabilidad de sus actos, la situación volverá a repetirse.
El PSOE trabaja en la construcción de un relato en positivo que emocione, que ponga en valor lo que los catalanes y el resto de españoles han sido capaces de hacer juntos en estos casi cuarenta años de modelo autonómico, y cuyo eje central será una Cataluña mejor en una España diferente.
Quizá una de las razones de que nos encontremos en esta posición sea que tardamos demasiado en elegir un nuevo líder tras la derrota de Gordon Brown en 2010 y permitimos así a los tories dirigir las decisiones económicas en el Parlamento sin refutar sus ataques sobre nuestra gestión con suficiente claridad y vigor, sin ofrecer argumentos ni propuestas para forjar una coalición del centro-izquierda del espectro político.
Hoy Rajoy sabe que por encima de la crisis económica su principal reto es dar solución al problema catalán. Y, aunque aguarda -dicen- a que se visualice de forma nítida que ni Cataluña ni Artur Mas pueden doblar el pulso al Estado, también cuentan que cada día parece más convencido de que hay que revisar los defectos de la regulación constitucional en lo que respecta al modelo territorial.
El escocés y laborista Gordon Brown, hombre de Estado, consumado orador y mitinero brillante, sin la menor concesión al populismo, no sólo convenció a votantes indecisos y logró que un significativo sector de laboristas escoceses diera marcha atrás en su intención de votar a favor de la independencia, sino que impresionó a la opinión pública británica, y no sólo a la laborista.
Vamos a contarles que hemos luchado y ganado una guerra contra el fascismo juntos. Vamos a decirles que no hay ningún cementerio de guerra en el que no descansen juntos escoceses, ingleses, galeses y norirlandeses. Luchamos juntos, sufrimos juntos, nos sacrificamos juntos, y luego lo celebramos juntos. Vamos a contarles que no sólo ganamos una guerra juntos, sino que también construimos juntos la paz, creamos un servicio sanitario juntos, levantamos un Estado del bienestar juntos.
Este lunes, Malala Yousafzai, de 14 años, que recibió un disparo de los talibanes en la cabeza por querer ir a la escuela, llegó al Reino Unido para recibir tratamiento médico. En Pakistán, como en India, Bangladesh, Afganistán y todo Occidente, la valentía de Malala está inspirando una oleada de repugnancia contra los talibanes.