'The Moscow Times' alude a dos fuentes del Ministerio de Defensa. El espionaje de EEUU ya había apuntado al alto mando como posible cómplice del motín.
El ministerio público dice que hay pruebas suficientes y apuesta por despojar al ultraderechista, de 68 años, de sus derechos políticos por un plazo de ocho años.
La exmandataria está acusada de delitos de rebelión y conspiración en el marco de la investigación de la maniobra del expresidente para instaurar un gobierno de excepción.
El islamista moderado, que ganó la primera vuelta cuando las encuestas daban por vencedores a sus adversarios, azuza el fantasma del miedo y prepara el terreno.
"Quiero desmentir las noticias falsas, el Gobierno está firme y su gabinete, más unido que nunca", ha enfatizado en mitad de los choques con manifestantes.
La pronta recuperación de la institucionalidad, el empeño del Gobierno en mostrar unidad y el apoyo internacional al líder del PT dejan al ultraderechista acorralado.
En el país hay división, pero no, no todos los que votaron a Bolsonaro apoyan que se ataque a las instituciones. Un buen punto de partida contra el radicalismo.
'O Globo' habla con los médicos, que insisten en que se fue sin estar recuperado, sin poder aún tomar dieta sólida. El exmandatario ha dicho que quería volver a Brasil.
El expresidente lamenta no tener "días tranquilos" en Estados Unidos tras su ingreso y el "episodio lamentable" del asalto a los tres poderes de su país.
El expresidente de Brasil se fue del país, a Florida, para no entregarle la banda a Lula. Señalado por el asalto y con cuatro investigaciones a sus espaldas, nadie sabe de su futuro.
El presidente, acompañado de la presidenta del Supremo y líderes hasta bolsonaristas, pasea por los lugares atacados por los ultras, en defensa de la democracia y la unidad.
Los bolsonaristas están amargados por la llegada del nuevo presidente y el exilio del antiguo. El Ejército no les da la asonada que quieren y van a por todas. ¿Cuánto durará?
Al derechista se le acusa de "terrorismo" por alentar la crisis que llevó al derrocamiento del expresidente Morales. Sus simpatizantes bloquean el aeropuerto y queman oficinas.
El juez ha decretado 18 meses de prisión preventiva contra el expresidente Castillo por el presunto delito de rebelión y conspiración, tras el autogolpe que intentó el día 7.
Será investigado como presunto coautor de los delitos de rebelión y conspiración, de abuso de autoridad y grave perturbación de la tranquilidad pública.
El Gobierno de Dina Boluarte saca al Ejército a las calles y declara la emergencia en la red nacional de carreteras. Pedro Castillo cumple una semana en prisión preventiva