Su director ejecutivo, Hans Leijtens, asegura que no pueden actuar porque el organismo no tiene ni el permiso legal para hacerlo, ni la petición expresa de España.
Los detalles del siniestro ocurrido en Grecia, donde al menos 78 personas han muerto, evidencian los métodos de las mafias que los trasladaban a Europa.
Se trata de la mayor de entre las que conforman la constelación de Agencias y organismos de la UE, la de más abultada ficha financiera (800 millones de euros) y dotación de personal.
Fabrice Leggeri, al mando de la agencia de fronteras desde 2015, se marcha tras la aparición de un informe antifraude que apunta a irregularidades en su gestión.
"Día y noche podrá ayudar a la policía francesa, a la holandesa y la belga, porque las lanchas no salen solo de Francia", dicen las autoridades europeas.
2.300 inmigrantes irregulares llegaron el julio. Los motivos: la creciente inestabilidad en los países de origen y el "factor de empuje" del desmantelamiento de campamentos en Marruecos y Argelia.
Esta vez no pudieron salvarse 800, y parecen no ser suficientes para los líderes europeos, que se lavan las manos como Pilatos en las aguas del mar Mediterráneo, la ruta migratoria más mortífera del mundo. En una unión con un mercado común y fronteras comunes, la inmigración debe asumirse como un problema común.
Frontex tiene actualmente, gracias a la impronta que los socialistas hemos conseguido imprimirle, unas funciones ampliadas y compromisos explícitos con la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, que incluyen su involucración en tareas de salvamento y misiones de rescate en la mar. Dicho esto, Frontex no puede convertirse en el único instrumento frente al complejo fenómeno migratorio.