Lo ha constatado en FMI: ese dinero que en tiempos de calma no va a defensa sino a sanidad, escuelas o vivienda puede recortarse y, con él, el bienestar general.
Como una especie de bomba de relojería que nadie quiere escuchar ni ver, se configura la ya muy próxima crisis de los cuidados o el gran problema que para muchas sociedades, entre ellas la española, va a ser: la atención a las personas dependientes, especialmente a los dependientes adultos.
El PP, con su denominada Ley de Sostenibilidad de las Pensiones, recorta en diferido el 30% de la cuantía total de la pensión para aquellas personas que se jubilen a partir de 2019. Sus efectos no se percibirán plenamente hasta pasada esa fecha. A mayor esperanza de vida, mayor recorte. Y esto también perjudica especialmente a las mujeres.
A estas alturas, y a pesar de tanta modernidad tecnológica, el teletrabajo sigue siendo escaso en las empresas españolas. Los últimos datos del INE dicen que sólo una cuarta parte de las compañías cuenta con algún empleado que desarrolla su labor desde casa, por un tercio de las europeas.
Olof Palme, primer ministro de Suecia, se reunió con un militar portugués en 1975; durante el encuentro, el luso aseguró que la Revolución de los Claveles acabaría "con todos los ricos". A lo que el sueco respondió: "¡Vaya! Nosotros preferimos acabar con los pobres". La anécdota resume con acierto la trayectoria de uno de los padres de la socialdemocracia europea.
¿Puede considerarse que las condiciones de producción de una cultura proletaria universal han sido reducidas durante las últimas décadas y que esto implica que, al menos por ahora, no vamos a ver más artistas proletarios del calibre de David Bowie? Y, ¿qué tipo de revolución es necesaria hoy en día para que estas condiciones se repitan?
Se cumple un año de la proclamación de Pedro Sánchez como secretario general del PSOE. Aquel verano, los socialistas reanudamos la marcha para ofrecer a los ciudadanos un proyecto alternativo que nos ha consolidado, doce meses después, como el gran partido del cambio en España.
Muchas teorías económicas fallan porque se basan en falacias psicológicas. Se estudia el comportamiento del ser humano frente a la economía sin tener en cuenta que se ve condicionado por el propio sistema. Es como si se estudia la conducta de un preso y se llega a la conclusión de que le gustan los paseos cortos, obviando que solo dispone del patio de la cárcel para pasear.
Cuando se debate sobre quién presidirá la próxima Comisión Europea, conviene evitar que los árboles nos impidan ver el bosque. Es importante insistir en que el nombramiento recaiga en quien ganó los comicios, pero es aún más relevante conseguir que la Comisión sea útil a la UE.
Se puede encontrar una relación estadísticamente significativa entre la evolución del número de muertos de cáncer en EEUU y el número de forfaits vendidos en el mismo país durante los últimos 25 años, lo que no implica causalidad alguna, ya que ambas cifras están relacionadas con la variable 'población'.
Es preciso rechazar la creencia de que nuestra satisfacción personal y familiar exista completamente aislada, sin ser deudora de las generaciones que nos precedieron. Al poner en valor el reconocimiento del otro estamos protegiendo a nuestra dignidad de ser cosificada y aniquilada.
La propuesta de reforma fiscal elaborada por el comité de expertos designado por el Gobierno es de tal amplitud que el propio presidente del comité, Manuel Lagares, afirmó que no dejaron "títere con cabeza", aunque al entrar en la letra pequeña del informe descubrimos que puede conllevar descabezar el estado del bienestar.
En el documental de Ken Loach, El espíritu del 45, asistimos a un recorrido histórico en el que se describen las razones socioeconómicas por las que el partido laborista ganó las elecciones y su programa de acción política, precursor del ambicioso Estado del Bienestar.