El debate doctrinal alcanza tanta profundidad abisal que tiene como efecto secundario el choque con el sentido común y con la auténtica ‘naturaleza de las cosas’.
El fallo del Alto Tribunal recoge que esta limitación fue de “altísima intensidad”. El magistrado Conde-Pumpido califica la decisión final de "prolija" y "confusa".
La ministra de Defensa, una de las que estuvieron al mando en el estado de alerta, defiende que el Gobierno "se puede sentir orgulloso de haber salvado vidas".