Aunque no se desintegrará del todo, pasará de una masa de dos toneladas a una de 52 kilos. Las probabilidades de que estos restos impacten sobre una personas son ínfimas, pero existen.
El objetivo principal de esta misión es llevar instrumentos científicos y demostraciones tecnológicas al polo sur de nuestro satélite, una región que permanece inexplorada.
Las astronautas de la NASA Jasmin Moghbeli y Loral O'Hara estaban trabajando el pasado 1 de noviembre en un panel solar cuando se perdió la bolsa de herramientas.