Antes de empezar a interesarme por el periodismo, vivía en un mundo en que todo estaba hecho. No tengo claro que fuera ése un mundo mejor, aunque sí un mundo más fácil. Rara vez algo me arrancaba el culo de la cama con más ilusión de la que puede generarme, pongamos por caso, ver el final de un vídeo porno.
La argucia de Cervantes no es otra que la de la locura de un empeño: el de escribir la obra total. Y una manera de fugarse y abstenerse ante el duro golpe que el Concilio de Trento asestó a la literatura de la imaginación al condenar en bloque a los libros "lascivos", en una condena indiscriminada del tema amoroso.
Hay Quijotes traducidos a casi todos los idiomas. Aquí te contamos sus aventuras con un poco de rapidez y muchas imágenes. Así te puedes ir preparando para cuando te lo encuentres en una librería y decidas pasar un verano alternando series con las hazañas de nuestros héroes de La Mancha.
Más allá de discusiones estériles sobre si el mundo celebra más a Shakespeare o a Cervantes o de si nos rasgamos las vestiduras (yo, el primero) sobre el particular, me parece que el IV centenario de la muerte de Cervantes debe servir para analizar qué tipo de conmemoraciones queremos de los símbolos patrios (el icono Cervantes es más internacional que el jamón ibérico).
Pronto caí en la cuenta que lo único que había roto mi rutina habitual había sido el viejo Quijote de mi padre ¿La nostalgia actuaba como tónico? ¿Me sentía identificado con un hidalgo cincuentón y fracasado que decidía cambiar su vida? Decidí no darle muchas vueltas y antes de dormir me puse a leer el segundo capítulo, aquel que narra la primera salida de Don Quijote de su pueblo en busca de aventuras.