En los últimos días ha sido noticia el llamado caso Echenique, al conocerse que tenía trabajando a una persona, cinco horas a la semana, como asistente personal. Políticos, tertulianos, periodistas y gente varia se han cebado en ello y han aprovechado, a través de Pablo Echenique, para arremeter contra su formación política. Esta aglomeración de críticas ponen de manifiesto una gran hipocresía y un casi nulo análisis de la realidad, un desconocimiento, consciente o no, de esa realidad y, por lo tanto, un casi nulo, también, interés por transformarla.