Quiero que mis hijas vean la salud como una prioridad durante toda su vida, que no dejen de esforzarse por convertirse en las mejores versiones de ellas mismas. Física, emocional y espiritualmente. Mis hijas no recordarán cuántas flexiones podía hacer, ni lo que tardaba en correr cinco kilómetros, ni la talla que llevaba (o la que no llevaba)...