Louis Vuitton despide a Ulrikke Hoyer por ser "demasiado gorda" con una talla 34
La modelo iba a participar en el desfile de crucero de la firma en Kioto pero no pasó el corte: "Sólo debe beber agua las próximas 24 horas".
Ulirikke Hoyer es una joven modelo danesa que antes ha sido tenista profesional y que recientemente ha hecho trabajos para firmas de moda y revistas en todo el mundo. En los dos últimos años ha desfilado para Louis Vuitton, Valentino, Versace, Hugo Boss, John Galliano, Elie Saab... y ha protagonizado editoriales para W Magazine o Vogue Paris.
El fin de semana del 13 de mayo, Hoyer voló hasta Japón para participar en uno de los shows más espectaculares de la temporada: el desfile crucero de Louis Vuitton que tuvo lugar en un precioso bosque de Kioto, en el Museo Miho, y que congregó a cientos de rostros conocidos del mundo de la moda. Sin embargo, Hoyer no pudo participar, ya que la rechazaron en el casting en Tokio. El motivo: ser "demasiado grande".
Hoyer mide 1,78 de altura y sus medidas son 79 de pecho, 61 de cintura y 86 de caderas, por los datos de su ficha profesional (91,5 de caderas, según lo medido recientemente por su agencia en Dinamarca). Tiene una talla 34 o 36. Pero, según asegura en su perfil de Instagram y en un largo alegato publicado en su perfil de Facebook, la marca la rechazó por que era "demasiado grande" o "demasiado gorda" ("too big" es la frase que ella utiliza).
La modelo ha querido contarlo en su cuenta de Instagram, donde ha recibido más de 35.000 me gusta en menos de 24 horas y unos 2.400 comentarios, en general de apoyo.
En su perfil de Facebook, Ulrikke da una versión más extendida de la historia, contando que en general la gente "cree que ser modelo es fácil y maravilloso y que todo sobre la profesión es glamouroso", pero que eso no ocurre siempre. Hoyer también explica que a menudo le ha comentado a su familia que se ve "grande en comparación con otras chicas". "Hay muchas más flacas que yo", asegura, y cuenta cómo su madre se quedó impactada la primera vez que vio a otras chicas. "Estaba en shock al ver lo poco sanas y lo tristes que parecían la mayoría de las chicas. Muchas no tienen la regla o les cambia el color de la piel por una mala alimentación, y casi todas tienen una relación completamente distorsionada con la comida".
Tal y como cuenta la modelo, cuando le dieron la noticia no sabía "si reír o llorar". Además, siempre según lo que ella escribe y cree, al final la ropa que le probaron no llegó a salir a la pasarela: "Si todo es simplemente porque cancelaron mi look (yo no lo vi en el desfile) ¿por qué esa necesidad de atormentarme?".
Según explica, el problema no es sólo que cancelaran su participación, algo por lo que ha pasado en más ocasiones. "No puedo aceptar que el comportamiento de esta gente sea 'normal'. Les resulta placentero ejercer su poder sobre chicas jóvenes y llegan al extremo de forzarte hasta un trastorno alimenticio", afirma.
Su historia no acabó bien, obviamente, pero le quedan las redes sociales para expandir su mensaje. "Me fui a cenar con otras modelos y luego a mi habitación porque no podía enfrentarme a la gente que acababa de humillarme partiendo de la base más ridícula y humillante. Sólo había hecho lo que me habían pedido. Tres horas después estaba en un avión de vuelta a casa. Lo que iba a ser una experiencia única y alucinante acabó como algo muy humillante".
Échale un vistazo al Facebook de Tendencias. ¡SÍGUENOS!