Los resultados del 9-J constatan que el PPE puede seguir apoyándose en los socialistas y los liberales, sin necesidad de recurrir a la derecha radical.
Entre el 6 y el 9 de junio, cerca de 400 millones de europeos tienen una cita para decidir en qué Unión quieren vivir. La ultraderecha y la polarización amenazan la Unión en un momento en que la suma en la acción es clave.
Tras unas declaraciones polémicas de su líder, la formación conservadora reacciona como gato panza arriba y sale en tromba a confirmar el cordón sanitario contra la derecha radical de fuerzas como Alternativa para Alemania.
La propuesta de Gabilondo de aislar a la ultraderecha necesita de una definición clara de principios, de una unidad que incluye al PP y de visión de futuro, no electoralista.
Con este planteamiento se desbarata la estrategia propuesta por PSOE y Unidas Podemos para impedir al partido de Santiago Abascal acceder a la Cámara Baja.