Los datos publicados por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) muestran que el 86 % quiere que sus países dejen de lado las diferencias geopolíticas y trabajen juntos frente al cambio climático.
Sus habitantes, los guna, se convierten en los primeros desplazados climáticos de Panamá y desde su nuevo enclave, en tierra fime, lucharán por preservar su cultura.
Es un concepto que aún no existe pero que bien podría imponerse en la mayoría de los países afectados por el calor extremo y no adaptados a la crisis climática.