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Un pequeño agricultor sienta un precedente histórico al demandar al gigante energético por derretir el hielo de la cordillera más grande

Un pequeño agricultor sienta un precedente histórico al demandar al gigante energético por derretir el hielo de la cordillera más grande

Se retoma el juicio en Alemania de un peruano contra la energética RWE.

Saúl Luciano Lliuya, el agricultor peruano que ha llevado a la energética RWE a los tribunalesGermanwatch/Alexander Luna

En lo alto de la cordillera de los Andes peruanos, el deshielo avanza a marchas forzadas. El lago glaciar Palcacocha, cuyo nivel ha aumentado peligrosamente y amenaza ahora con desbordarse y poner patas arriba la vida de las 65.000 personas que viven en la ciudad de Huaraz. Ante esta situación, un pequeño agricultor que nunca había pisado la sala de un tribunal, Saúl Luciano Lliuya, ha conseguido sentar en el banquillo de los acusados a una de las mayores energéticas de Europa: Rheinisch-Westfälisches Elektrizitätswerk (RWE). Su demanda, que ha llegado hasta el Tribunal Regional Superior de Hamm, en Renania del Norte-Westfalia, al oeste de Alemania, podría suponer un antes y después si la Justicia decide que una empresa debe asumir su parte de responsabilidad en el cambio climático.

El litigio, que ya suma una década de idas y venidas, ha llegado a principios de semana a un momento clave de esta larga batalla legal. Ahora, el tribunal alemán debe decidir si la vivienda de Luciano Lliuya, situada en la cordillera más larga del mundo, corre un peligro real por culpa del crecimiento descontrolado del lago glaciar Palcacocha. Si la sentencia confirma el riesgo, la siguiente fase del longevo proceso judicial será la de analizar en qué medida las emisiones de gases de efecto invernadero de RWE han causado la situación.

Lo que empezó como la iniciativa de un ciudadano particular se ha ido convirtiendo poco a poco en un pulso legal con repercusión internacional. Luciano Lliuya sostiene que RWE, responsable del 0,47% de todas las emisiones globales de carbono desde el inicio de la Revolución Industrial, debe rascarse el bolsillo y asumir la parte proporcional de los costes que tiene construir todas las infraestructuras necesarias para proteger la región andina de posibles inundaciones. Apoyado por la oenegé Germanwatch, este pequeño agricultor de Perú le exige que la empresa europea que pague unos 17.000 euros para cubrir parte de los más de dos millones de euros que cuesta la construcción de una barrera protectora.

"Es muy triste y doloroso ver los glaciares derretirse. Hay mucha preocupación en mi comunidad. Tenemos miedo de que el río se desborde o haya un deslizamiento de tierras. Además, podrían surgir problemas con el suministro de agua potable. Estoy aquí para pedir justicia climática", declaraba el demandante este lunes ante los juzgados alemanes.

La batalla legal de Luciano Lliuya, si embargo, ha despertado el interés de los ecologistas y de las organizaciones no gubernamentales como Germanwatch, que ven en este juicio una oportunidad de oro para poner en marcha nuevas demandas contra las empresas que son más contaminantes. En 2022, un grupo de peritos designados por el tribunal alemán visitaron el lago Palcacocha para evaluar si el deshielo está incrementando los niveles de agua y si este puede representar un riesgo directo para la vivienda de Luciano Lliuya y las de sus vecinos. Si los jueces confirman esta amenaza, una nueva audiencia se encargará de evaluar si RWE, que nunca ha operado en Perú, puede considerarse la responsable.

RWE defiende su papel en la transición energética

Por su parte, la energética alemana ha negado cualquier tipo de responsabilidad sobre la cuestión y, advierte, de las posibles implicaciones que puede tener un fallo en su contra. "Si se acepta este argumento, todos los conductores de vehículos podrían considerarse también responsables del cambio climático", ha zanjado un portavoz de la compañía en la CNN. RWE insiste en que siempre ha cumplido con la normativa climática y ha subrayado que está metida de lleno en su transformación hacia las energías renovables.

Este caso, también ha puesto sobre la mesa el debate de si las grandes empresas deben rendir cuentas ante la justicia por su huella de carbono y si es viable llevarlas a todas a los tribunales, por los efectos que se derivan por su actividad. La abogada de Germanwatch, Andrea Tang, ha subrayado la importancia que tiene el proceso: "Nunca había llegado a juicio una denuncia presentada por un particular que está directamente afectado por el cambio climático contra un gran emisor de gases de efecto invernadero". Según Tang, la batalla legal podría sentar "un enorme precedente en el futuro de la justicia climática".

  El agricultor y guia turístico, Saúl Luciano Lliuya, visita la laguna Palcacocha en HuarazAngela Ponce

"Aunque este es solo un caso centrado en una ciudad de Perú, las implicaciones pueden ser enormes. Si estas empresas asumen su responsabilidad y empiezan a tener que pagar estos costos, eso cambiará por completo las cuentas y las perspectivas de la industria de los combustibles fósiles", señala Murray Worthy, un portavoz de Zero Carbon Analytics, entidad que investiga el impacto que puede tener el cambio climático.

Según Reuters, el cambio climático ha provocado que Perú pierda más de la mitad de sus glaciares en los últimos 60 años. La región de Áncash, en la que está Huaraz, cuenta con 26 lagos en riesgo de desbordamiento. Además, la Cordillera Blanca de los Andes pierde hielo a un ritmo acelerado y enfrenta condiciones cada vez más extremas.