El presidente ruso trata de mostrarse arropado por grandes como China o India, asediado internacionalmente por las sanciones, consecuencia de su invasión a Ucrania.
El presidente ruso aprovechará la ocasión para reforzar su imagen internacional y demostrar a Occidente que no está solo, pese a las sanciones de la UE y EEUU.
La presencia de soldados indios en el Ejército ruso, reclutados a la fuerza, centrará la reunión de Modi con Purin de estos días en la cumbre de los BRICS en Moscú.
Vladimir Putin, gran ausente de la reunión en Sudáfrica por la orden de arresto del Tribunal Penal Internacional que pesa sobre él por crímenes de guerra en Ucrania.
Una gran ambición marca la cumbre en Hangzhou (Zhejiang) del G20. China lleva inmersa varias semanas en una perseverante exaltación de las posibilidades de este encuentro. Mientras, al resto del mundo se le ve bastante despistado en relación al evento, con cada país integrante del foro centrado en problemas internos de diversa naturaleza, lo que parece ir en detrimento de las altas expectativas chinas.
Fue increíble ver como un evento deportivo trasformó la ciudad y la mentalidad de las personas, han pasado ya 24 años y las imágenes más icónicas del espíritu de la Barcelona olímpica persisten a día de hoy en la ciudad. Otra imagen permanecerá en la memoria de los habitantes de Río de Janeiro, pero esta vez por desgracia nada tiene que ver con el espíritu olímpico.
Con la creación del Banco de Asiático de Inversión, y si se avanza en la completa convertibilidad externa del yuan y se dan pasos adicionales para garantizar la libre movilidad de los capitales, China habrá institucionalizado el poder financiero que de hecho viene ejerciendo desde hace años. Todavía está a tiempo la Casa Blanca, ahora que todos los aliados de EEUU, salvo Japón, e incluida España, han decidido suscribir acciones.
Dentro del grupo BRIC encontramos una economía que es motor, otra que se está recuperando y dos que son un lastre. Existe la percepción, equivocada, de que este grupo de cuatro países (que suponen un 20% del PIB mundial) es un todo, un cuarteto homogéneo. Y nada más lejos de la realidad.
La escena comercial mundial está dominada por los megacuerdos regionales. Un hervor de siglas que constituye un menú de sopa de letras con un cuenco de espaghettis. En el mismo G-20, frente a los BRICS con una primogenitura china cada vez más afirmada, se ha formado el MIKTA.