723.000 musulmanes siguen refugiados, tras las razzias de Birmania contra su pueblo. La ONU insiste en que la vuelta no es segura y el genocidio se mantiene.
"No les hablo como un experto, sino como alguien que ha visto y que no puede mirar para otro lado", dice al denunciar las violaciones de sus derechos ante el Consejo de Seguridad.
Los investigadores hablan de "intencionalidad" para alterar la composición demográfica de la región de Rakáin, un "plan para la destrucción" de la minoría musulmana y una brutalidad "extrema".
El 25 de agosto de 2017 comenzó una oleada de violencia del Gobierno de Birmania contra esta minoría musulmana que deja 700.000 refugiados en la vecina Bangladesh.
"La presencia de Dios hoy también se llama rohingya", ha dicho en Bangladesh antes de saldar a varios miembros de esta minoría musulmana perseguida en Birmania.
Casi 600.000 personas pertenecientes a esta minoría musulmana han escapado a Bangladeh por la violencia en Birmania. El 58% son niños que necesitan ayuda urgente.
"Dado que Birmania ha rechazado permitir el acceso a investigadores de derechos humanos", las informaciones no son plenamente fiables, pero apuntan a esa conclusión, indica la ONU.
De acuerdo con la ONU, 146.000 personas han cruzado ya la frontera entre Birmania y su vecino desde el pasado 25 de agosto, cuando un nuevo estallido obligó a escapar a estos musulmanes.