Oigo por la radio a alguien quejarse de que se ha pasado más de tres horas en un atasco sin que nadie le ofreciese una solución alternativa. José Mota diría algo así como "tú eres muy tonto". Juan Español, ese admirable personaje de Mariano de Cavia, pretende irse de vacaciones a Torrevieja, regresar el domingo por la tarde y que la DGT le despeje la carretera para que no encuentre mucho tráfico.
Les importa un comino la seguridad. Lo que se quiere es ingresar más o sacar de una situación financiera insostenible a las entidades concesionarias, cuyo nivel de endeudamiento les sitúa al borde del desastre. Mientras el Parlamento decide si subir o no el límite hasta 140 y en qué vías, los peajes suben el 1 de enero.
Lo malo es que la mayoría de la red de autovías gratuitas se ha construido desdoblando las vías anteriores de doble sentido. Eso significa que si se fija un peaje para estas vías, no hay recorrido alternativo ¿Es eso constitucional? Otra cosa será el repunte inevitable en la siniestralidad: carreteras más congestionadas son más propensas a los accidentes.