atentados paris
La libre circulación, ¿desaparecida en combate?
Compartir, mancomunar, poner en común las heterogéneas capacidades de respuestas nacionales es, de nuevo, la única manera de proteger mejor a Europa y a los europeos. E insisto: nada que hacer si no conseguimos implicar a las comunidades islámicas que habitan entre nosotros en la detección, prevención y, en su caso, detención y desmantelamiento de los que quieren matarnos en nombre de un Islam que no "les representa". Todo un reto de futuro para la laicité republicana francesa. Y para la entera fábrica social de la diversidad en que se sustancia Europa.
Cómo frenar la guerra del terrorismo de ISIS con tolerancia
"Francia está en guerra". Estas cuatro palabras pronunciadas por François Hollande recuerdan al humo y al ruido de un disparo. Si fuera francés, habría aplaudido su determinación. A Francia le han dado un golpe y el moratón tiene que hincharse y luego curarse. Pero las consecuencias de este ataque para el resto del mundo serán importantes.
Si las bombas fuesen la solución, el mundo sería un mar de paz
Es razonable que, después de ataques como el 11-S en EEUU, o en el más reciente de Paris, los gobiernos lancen algún tipo de represalia. Más allá de la mala puntería que caracteriza a la alta tecnología, estas reacciones son justificables. Sin embargo, apenas consideramos un contexto más amplio, aparecen las razones.
París y el poder de la razón
La noche del 13 de noviembre pensé en Tucídides y en su sabia conclusión ante la revuelta de Mitilene: "Los que reflexionan antes de tomar la buena decisión son un enemigo mucho más formidable que los que se apresuran a recurrir a la fuerza bruta".
Occidente versus Oriente: derrocar el miedo 'tomando partido' con luces
Los efectos del terrorismo que sufre medio mundo, desde Europa hasta gigantescas zonas de África, Oriente Medio y Asia provocan en última instancia que las sociedades, así como sus instituciones y gobernantes, fácilmente se dejen llevar hacia reacciones de autodefensa y al uso de políticas de afirmación y justificación para recuperar el control de la situación.
Juntos, los derrotaremos
Los lugares y la tecnología pueden haber cambiado a lo largo del tiempo, pero la historia humana no: ni la brutalidad de los ataques terroristas, ni la pérdida de vidas inocentes. Como tampoco ha cambiado la determinación de la gente corriente, ni la de los mandatarios democráticamente elegidos, que se niegan a verse doblegados ante el terror.