Rusia lanza un último intento de intimidación a Occidente, cuando EEUU ya permite a Ucrania lanzar sus cohetes en suelo de la Federación. La duda es si esta vuelta de tuerca es parte de la fanfarronería atómica del Kremlin o una amenaza muy real.
Lo hace este martes, cuando se cumplen mil días de su invasión de Ucrania, y después de que el domingo EEUU autorizase a Kiev a usar misiles de largo alcance en suelo de la Federación.
Bielorrusia, el gran satélite del Kremlin, es un problema de seguridad cada vez más acuciante en el continente y Polonia, especialmente, siente su amenaza.
Minuteman III se llama la 'bestia' con la que se ha intentado demostrar que la disuasión nuclear del país "es segura, confiable y efectiva" para evadir amenazas y tranquilizar a los aliados, también.
El conjunto de tecnologías nucleares que Corea del Norte recibe de Moscú cambia drásticamente la situación de Corea del Sur, de ahí su nueva implicación en la guerra de Ucrania.
Un galardón merecido "por sus esfuerzos para lograr un mundo libre de armas nucleares y demostrar a través de testimonios de testigos que las armas nucleares nunca deben volver a utilizarse".
Washington no está planeando pruebas con armas atómicas (no las ha ejecutado desde 1992), pero Moscú avisa por si a Biden se le ocurren: tendrá respuesta.