Hemos pedido a varios terapeutas que valoren del 1 (muy asequible) al 5 (muy complicado) la dificultad de los propósitos de Año Nuevo. He aquí la respuesta.
Da un paso atrás y analiza lo que estás haciendo y por qué. ¿El año pasado te propusiste cambiar lo mismo? En caso afirmativo, ¿por qué tienes que volver a proponértelo? ¿Qué hiciste mal y cómo puedes abordarlo? ¿Por qué no tomaste la decisión en abril, en junio o en noviembre del año pasado si era tan importante?