El espíritu santo no lee los periódicos
Los móviles permiten a los fieles de la plaza saber que el nombre anunciado en latín corresponde a Jorge Bergoglio. Cuando el nuevo Papa sale al balcón, unas monjas no paran de repetir: "Pobrecillo, está asustado".
El Vaticano se enorgullece de haber sorprendido a todos con la elección de Jorge Bergoglio así como del nombre Francisco.
"El Espíritu Santo no lee los periódicos, los medios de comunicación han encajado un gol", se escucha en Radio Vaticana minutos después de la elección del primer Papa latinoamericano, un comentario repetido varias veces con un punto de orgullo debido a que Bergoglio no figuraba entre los papales y a que nunca antes un Papa se había llamado Francisco.
Antes, durante la espera de la "fumata", la radio del Vaticano se empeña en desmentir la existencia de luchas de poder entre los cardenales como cuenta la prensa. Las 150.000 personas que se han reunido entre la Via del Conciliazione y la plaza es una demostración, según el locutor, de que "la Iglesia está viva", aunque reprende a los que esperan en la plaza de San Pedro: "La espera evoca el rezo", dice.
En cambio, en la plaza de San Pedro se ven más teléfonos móviles que rosarios. La tecnología convive con la tradición: el Vaticano ha instalado pantallas gigantes que enfocan en un primer plano la chimenea de la que saldrá la "fumata", ritual milenario. Los símbolos importan en el Vaticano. Cuando una gaviota se posa sobre la chimenea en Radio Vaticana se lamentan de que no sea una paloma blanca. De hecho, de la votación durante la que la gaviota ha encontrado su sitio durante más de media hora, no sale elegido el Papa, sino que habrá que esperar al siguiente voto. La versión de los religiosos que esperan en la plaza es distinta: "Dios y el Espíritu Santo ya han elegido, son los cardenales los que lo deben interpretar".
En el momento en que la chimenea empieza a expulsar el humo blanco se produce una explosión de aplausos, gritos y carreras hacia la fachada de San Pedro mientras suenan las campanas. Hay también llantos de emoción y se ve un cartel que dice "Viva il Papa" antes de conocerse su identidad. La atención pasa entonces de la chimenea al balcón. Nuevos gritos al escucharse "Habemus Papam".
Los móviles permiten a los fieles de la plaza saber que el nombre anunciado en latín corresponde a Jorge Bergoglio. Cuando el nuevo Papa sale al balcón, unas monjas no paran de repetir: "Pobrecillo, está asustado". Después, la palabra más escuchada es "humilde" y se destaca su oración en silencio. Dejando la plaza la gente hace los primeros comentarios al teléfono de lo que acaba de vivir: "Después de todos los escándalos se necesitaba humildad", dice una italiana.