Navegando en aguas árticas
El sábado 13 de julio, un grupo de 15 personas llegaron a Groenlandia, al sur del círculo polar ártico, para mostrarnos la belleza de estas tierras y la forma de vida de los Inuits y cómo por los efectos del cambio climático, sus formas de vida se están viendo amenazadas.
El sábado 13 de julio, un grupo de 15 personas -Alejandro Sanz, personal de Greenpeace, guías, cámara, fotógrafo y medios de comunicación- llegaron a Groenlandia, al sur del círculo polar ártico, para mostrarnos al resto del mundo la belleza de estas tierras y la forma de vida de los Inuits y cómo por los efectos del cambio climático, sus formas de vida se están viendo amenazadas.
Icebergs en Tiniteqiilaq en el Ártico. Foto: Greenpeace/Pedro Armestre
Cuando el miércoles 17 nos llegaron las primeras imágenes de la expedición al ártico en la que están mis compañeras, no pude evitar estremecerme al pensar cómo estamos destruyendo este espectacular ecosistema, hábitat de numerosas especies únicas. En los últimos 30 años hemos perdido tres cuartas partes de la capa de hielo flotante de la cima de la Tierra. Tanto es así que los científicos predicen que dentro de 10 ó 20 años el Polo Norte probablemente estará libre de hielo marino en verano, algo que no había ocurrido desde hace más de un millón de años.
Como ha dicho Alejandro Sanz, los iceberg parecen ser los gritos de los glaciares, pues estos retroceden constantemente debido al calentamiento. Nuestro equipo se queda asombrado de ver cómo partes que antes aparecían cubiertas de hielo, las encuentran ahora desnudas, sin nieve por encima.
Icebergs en el Ártico. Foto: Greenpeace/Pedro Armestre.
Los miembros de la expedición nos han contado también su estrecha relación con los Inuits, que les alojan en sus casas y les ayudan con las comunicaciones y aprovisionamiento. El equipo, se encuentran en el este de Groenlandia, que es una de las regiones más aisladas del mundo, debido a que se encuentra entre el mar de hielo polar y la capa de hielo de Groenlandia, y allí sólo se puede acceder con barcos de suministro durante 6 meses al año.
La principal amenaza del Ártico, el cambio climático, está provocando la rápida desaparición de la capa de hielo que durante miles de años ha cubierto la superficie polar. Los combustibles fósiles, además de estar detrás de ese deshielo, se están convirtiendo en un enemigo poliédrico del Ártico debido principalmente al peligro que conllevan las actividades de extracción de petróleo en las gélidas aguas profundas de la zona. Paradójicamente, la ambición de las empresas petroleras no sólo está generando el cambio climático, sino que se están aprovechando de sus efectos para poder acceder a zonas antes cubiertas por el hielo para buscar más petróleo.
Por eso en Greenpeace, desde hace casi 2 años, estamos centrando todas nuestras fuerzas, pidiendo un santuario global para el Ártico, que incluya una moratoria de prospecciones y explotación de petróleo y que reconozca las aguas del alto ártico como un área protegida, que nos pertenece a todos y de la que no pueden beneficiarse unos pocos.
Con esta expedición, liderada desde la oficina de Greenpeace en España, esperamos que llegue nuestro reclamo por proteger el Ártico a todos los rincones del mudo y poder mostrar los efectos ya visibles del cambio climático y cómo estos están afectando al modo de vida, a la flora y a su fauna.
Espero que las imágenes de este viaje causen en todos vosotros la misma sensación que me están causando a mí y que cada vez seamos más y nos hagamos más fuertes en este movimiento por salvar el ártico que ya han suscrito casi tres millones y medio de personas.
Ayúdanos con tu firma a ¡salvar el Ártico!