Adiós a las piscinas municipales: la poza oculta al ladito de Madrid con refrescantes aguas cristalinas

Adiós a las piscinas municipales: la poza oculta al ladito de Madrid con refrescantes aguas cristalinas

El rincón perfecto para huir del calor de la capital.

Una zona de las Presillas de Rascafría.Rascafría

Con la llegada del verano y el aumento inminente de las temperaturas son muchos los madrileños que huyen de la capital en busca de zonas costeras donde refrescarse. Mientras que el calor sofocante envuelve la ciudad, las piscinas se plantean como una solución eficaz para sobrevivir al día a día. Sin embargo, a tan solo una hora en coche de Madrid se encuentra un oasis escondido con refrescantes aguas cristalinas que también cumple con estos requisitos.

Se trata de Las Presillas, un paraje natural en el Valle del Paular, en Rascafría. Esta zona de baño está formada por tres pozas de agua natural alimentadas por el río Lozoya, a las que es posible acceder y darse un chapuzón de forma gratuita. En un entorno natural rodeado de bosques, prados y con vistas privilegiadas de la Sierra de Guadarrama, esta área es un destino perfecto para aquellos que buscan huir del calor y desconectar.

A pesar de ser pozas adaptadas para el baño de personas de todas las edades, es importante recordar que el agua procede de la Sierra, por lo que está muy fría y meterse de golpe puede suponer un riesgo si no se hace con precaución. Además, el fondo está lleno de piedras que pueden resbalar o causar heridas, por lo que es recomendable el uso de cangrejeras para garantizar una experiencia de baño segura.

Mucho más que aguas cristalinas

Más allá del baño en las pozas, Las Presillas ofrecen una variedad de actividades al aire libre. Desde tomar el sol hasta organizar un picnic en plena naturaleza, este espacio cuenta con instalaciones básicas como aseos, papeleras y un chiringuito con mesas para todos aquellos que prefieran una experiencia más relajada alejada del baño. Aunque las mesas están reservadas para el negocio local, también es posible traer la comida y bebida de casa.

Los visitantes también pueden disfrutar de muchos paseos y rutas de senderismo a su alrededor, como las que llevan a las Cascadas del Purgatorio. Una actividad más dinámica que también permite la observación de aves y otras reliquias naturales, perfecta para los amantes de la fotografía de paisajes. Además, una vez se haya terminado la ruta, siempre se puede volver a las aguas cristalinas para refrescarse después del esfuerzo físico.

A tener en cuenta

Las diversas señalizaciones en carretera hacen que llegar a Las Presillas sea bien sencillo. Se puede acceder tanto a pie desde el centro del pueblo, como en bicicleta para los más aventureros. No obstante, para aquellos que vengan en coche existe un aparcamiento público abierto todos los días desde las nueve de la mañana. En este caso si será necesario abonar un pago de 9 euros para turismos y 3 euros para motocicletas.

Es importante recordar que, aunque se trata de un lugar abierto para todos los públicos, no deja de ser un entorno natural que se debe cuidar. Por ello, se recomienda llevar una basura propia para no dejar residuos en el campo, así como respetar la flora y fauna del lugar. Mientras todo esto se cumpla, Las Presillas es el destino perfecto para escapar del calor de la ciudad y disfrutar de la naturaleza en un estado puro.