Un nutricionista defiende el helado como postre del verano y señala un beneficio inesperado
Aunque avisan de que la cantidad de azúcar en los helados sigue siendo elevada.
De entre todas las alternativas posibles para frenar las altísimas temperaturas que enfrentamos cada verano, una de las que más triunfa es, sin duda, el consumo de helados.
Su presencia en los hogares durante los meses de verano es indispensable y, pese a la idea negativa que se suele tener de ellos, no son tan malos como se cree. O al menos, eso sostienen diversos nutricionistas consultados por el Daily Mail.
Según informan, consumir helados -práctica muy habitual y constante durante el verano- no tiene los efectos negativos que se suelen presuponer. El argumento esgrimido por todos ellos apunta al gran aporte proteico que presentan, superior al de cualquier otro postre.
También aseguran que es mucho más rico en calcio que los demás postres, además de contener una cantidad de grasas "óptima" y no generar grandes "picos" de azúcar en sangre, un aspecto fundamental a la hora determinar si su consumo es más o menos recomendable, de acuerdo con la doctora en nutrición Shelly Balls.
Muy importantes para el funcionamiento de los músculos, huesos y dientes
Así, señalan que tomar una taza de helado de leche sería equivalente al 12% de la ingesta de leche requerida diariamente para un adulto, algo que también se debe tener en cuenta, ya que se trata de un macronutriente fundamental para el ser humano, ya que es responsable de la fuerza y salud de los músculos, huesos y dientes.
En lo que respecta a las proteínas, destacan que ciertos helados contienen seis gramos de proteína por porción, una cantidad muy similar a la que aporta un huevo.
Por último, los nutricionistas remarcan que un aspecto especialmente importante es el equilibrio que hay entre las proteínas y las grasas, lo que permite que no haya un aumento muy brusco en los niveles de glucosa en sangre, lo que puede llegar a prevenir enfermedades cardiovasculares u otras como la diabetes.